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Depresión Sonora presenta un álbum conceptual

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Depresión Sonora presenta un álbum conceptual «El arte de morir muy despacio», disponible en múltiples plataformas digitales.

Tras publicar un par de EPs y un buen puñado de singles y colaboraciones, empezamos a conocer al vallecano Marcos Crespo: un tipo sensible y de mecha corta; con sus demonios, como todos. Tal vez eso explique por qué sus canciones han contribuido de manera decisiva a decodificar el zeitgeist de una generación fatigada, ansiosa y empujada sin alternativa al hiperproductivismo. «El arte de morir muy despacio» se puede entender como el reverso nihilista y sarcástico de esos manuales de autoayuda a los que Marcos y los de su edad han sido sobreexpuestos. Se trata de un álbum conceptual dividido en tres partes, abordando en cada una de ellas distintas etapas vitales.

«Parte I: Introducción a la Entropía» transmite cierta inocencia no exenta de malaleche. Este primer bloque, compuesto por cuatro cortes, tiene un aura melancólica y un sonido Lo-Fi depurado, en una apuesta decidida por el minimalismo. Es el individuo descubriendo el mundo ante sí (‘te doy un beso, tiritas de frío / me cuentas tu día, yo el mío’), forjando una personalidad a base de golpes, de ensayo y error (‘un día de repente estás aquí y nadie te ha explicado cómo vivir’).

El segundo bloque de canciones, encabezado por “Parte II: La Abrazo con Fuerza (carta a la soledad)”, tiene un sonido más saturado. Es en este tramo de la secuencia donde Crespo aborda los traumas, la soledad y el odio (‘siempre lloro en mi cumpleaños’). El relato se oscurece, como corresponde a una etapa de negación y de enfado con el mundo y con uno mismo (‘de vuelta a casa que nadie me hable / abro la puerta, nunca ha habido nadie’).

Y con el final del álbum llega la aceptación. El bloque que arranca con ‘Parte III: Muerte y Resurrección‘. Tiene una pátina brillante, suena definitivamente más producido. Asimilar lo aprendido en el camino (‘dónde están mis amigos, no veo a nadie desde mi funeral’), asumir la realidad y valorar lo que tienes alrededor (‘ama y reparte, reparte y ama’). Así concluye esta crónica que, de tan personal que resulta, acaba interpelando a una generación entera. Lo que sí es personal e intransferible es el sonido patentado por Depresión Sonora: digital, pero con los pies en tierra, post-punk para un momento post-todo.

Depresión Sonora visitará la CDMX en 2023 pues será el invitado especial de Los Blenders en su primer Teatro Metropólitan. Además, el próximo 10 de noviembre anunciará toda una gira por Latinoamérica. ¡Muy atentos!


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